miércoles, 17 de septiembre de 2008

Nostrum Vîtae Carminis


Hay momentos en que la vida
Toma voluntad propia y despiadada
Y vistiéndose de cruel bromista,
Paradójica y malvada,
Se burla de nuestros versos más ocultos y sombríos

Cruel bromista y despiadada
Que nos enrostra cada error de nuestro pasado
Que nos enrostra cada mancha que pasamos por alto
Que nos grita a la cara el precio de nuestras acciones
Y nos recuerda lo cruel y despiadada que es

Paradójica y malvada
Nos pone entre la espada y la pared
Nos juega crueles jugarretas esta malvada vida
Jugarretas que nos exige ser capaces de sortear
Antes de que nos hagan caer en el abismo

De nuestros versos más ocultos y sombríos
Aquellos que tanto queremos borrar sin éxito
Aquellos que más resalta con sus crueles bromas
Recordándonos lo que hicimos en el pasado
Y que ahora nos enrostra despiadadamente

De nuestros versos más ocultos y sombríos
La vida se viste de cruel bromista
Dándonos cuchilladas profundas y letales
Enrostrándonos esas frases que queremos borrar
Versos que por más que lo intentemos…

… permanecerán por un muy largo tiempo
En el poema de nuestras vidas…




… spectrvm ex vmbra…
VMBRA DOMINVS

domingo, 14 de septiembre de 2008

... Incertidvmbre 2...


Paso…

Cuando una sensación de angustia y temor es exactamente igual a dar un paso, un paso sobre un suelo oscuro y abismal, invisible y desconocido, pero que ya no podemos echar atrás. Cuando una sensación de agobio e incertidumbre es igual a no saber que nos espera un par de pasos más allá, en medio de un paisaje frío y lúgubre…

Cuando una sensación de inseguridad es exactamente igual a no saber hacia dónde nos llevará aquel camino que hemos elegido, pero que ya no podemos volver a elegir (y si es que había otro camino)

La incertidumbre de no saber que nos espera en aquel camino… incertidumbre de no saber hacia dónde nos llevará… incertidumbre de no saber que hacer cuando estemos en él… y en el final…

La incertidumbre de alejarse lentamente de lo que estaba atrás… y no saber que encontraremos adelante…




... spectrvm ex vmbra...

VMBRA DOMINUS

lunes, 1 de septiembre de 2008

... incertidvmbre...

Una nube de polvo enrarece el ambiente. El sol está recién saliendo detrás de la cordillera… su luz es difusa. Un leve temblor azotó nuevamente a la ciudad y produjo tal levantamiento de suciedad, alimentada por los escombros de los edificios derrumbados. Los pocos edificios que quedaban enteros, o que están a medias, se tambalean gelatinosamente con el sismo, amenazando con desplomarse por completo. Apenas se ve la calle, la cantidad de polvo y escombros… y uno que otro resto humano, las cubren dejando sólo una pequeña parte visible. El aire está pesado, tomará un buen tiempo que el polvo se disipe.

En una esquina aún queda un edificio en pie… es un restaurante, de dos pisos. Sus ventanas están quebradas y el techo ya no existe. Una parte del muro del segundo piso está destruido, como también una parte del primer piso, parcialmente tapado por los escombros. En el interior hay platos y vasos vacíos, no hay luz, sólo la poca que llega del sol. El polvo no permite ver los letreros de las promociones y apenas se ve el piso de cerámica café, las mesas de madera y las sillas de mimbre están cubiertas por la suciedad. La escalera también está cubierta de polvo, lo mismo que las barandas de metal color negro y las marchitas flores en el macetero que está en la esquina más alejada.

Lentamente empiezan a escucharse diversos sonidos en toda la calle, a moverse los escombros, a sentirse pasos en el pavimento tapizado en suciedad. Decenas de personas salen de la nada como fantasmas en la oscuridad de la noche. Sucias, manchadas en sudor y sangre, con la ropa desgastada y desgarrada, con una mirada de incertidumbre y angustia en sus ojos, en ojos que sólo ven polvo, polvo de oscuridad; ojos que sólo reflejan un deseo incontenible de llorar, manos que se entrecruzan en el pecho, o que tapan los rostros empolvados, o que tocan los despeinados cabellos. Decenas de personas que quieren saber que pasó, cómo ocurrió… por qué ocurrió. Ojos color marrón que sólo ven suciedad… y destrucción. Ni la leve luz que empieza a clarificar ilumina su alma, ni el polvo que comienza a disiparse alivia su corazón. Sus ojos, sus manos, su piel agrisada por la suciedad y su espíritu, derrumbado como un gran edificio, sólo desean expulsar aquella desesperación; sólo desean expulsar dos palabras.

Dónde estás...


















... spectrvm ex vmbra...